CUARTA ENTRADA
Continuación de la historia: LÁGRIMAS DE SANGRE

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Por fin la ambulancia detuvo su ajetreado movimiento. Escuché como se abrían las puertas de la ambulancia y me sacaban con la camilla. El resplandor del sol me cegó aun más y pronto entré en el hospital. Observaba como el techo del hospital pasaba rápidamente sobre mi cabeza.

Varios médicos con batas blancas me rodearon y pronto me vi rodeada de aparatos, agujas y goteros.

-¿Cómo se llama?-me preguntó un médico.

Yo no quise contestar, no tenía ganas de hablar con nadie, ahora que todos estaban muertos. Ellos…

Dos lágrimas surcaron mis mejillas y alguien me las limpió.

-Debes entrar a quirófano, tranquila todo irá bien.-me dijeron.

Pronto los ojos se me fueron cerrando y luego lo vi todo negro.

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